Bienvenidos de nuevo al blog de Academia Quo Vadis, hoy explicamos varios consejos y recursos para estudiar y planificar un examen. ¿Comenzamos?
Normalmente las notas no deseadas en los exámenes responden a una pregunta más amplia que es: ¿has estudiado lo suficiente? Evidentemente el tiempo que se dedica en el estudio de un examen es fundamental, pero puede no ser suficiente sólo cumplir en este aspecto.
Para saber cómo planificar un examen, es necesario, por una parte, tener claros y ordenados el temario del examen. Parece algo muy simple, pero muchos alumnos fallan en este primer punto porque no saben con exactitud qué temas, contenidos o páginas del libro entrarán en el examen. Por otra parte, es vital saber, averiguar o deducir de qué manera serán preguntados estos contenidos.
Una vez se tienen claras estas dos cosas hay que tener presente qué materiales se utilizarán para estudiar y si son los adecuados. ¿Tengo los apuntes completos? ¿Dónde puedo buscar más información? ¿Páginas web? ¿Moodle de la escuela? ¿Vídeos explicativos en YouTube? ¿Es necesario que pida los apuntes a un compañero? Estas son algunas de las preguntas que hay que hacerse en relación a los materiales antes de empezar a estudiar.
Por último, y este es quizás el punto donde más alumnos necesitan mejorar, es fundamental comprobar que los contenidos que se han estado estudiando se han alcanzado. ¿Cómo?
A partir de hacerse preguntas, volviendo a hacer ejercicios corregidos y después comprobar la respuesta, decirlo oralmente a los padres o al espejo, etc. En definitiva, intentar siempre hacer un estudio dinámico y no pasivo de simple lectura y copia de esquemas o apuntes.
Es muy importante que los alumnos entiendan que la palabra “estudiar” tiene siempre incorporada la acción de comprobar los contenidos trabajados. En este punto de comprobación del conocimiento de los contenidos es fundamental siempre tener presente las diversas maneras en que pueden ser preguntados: no es lo mismo saber perfectamente la definición de “metáfora” que saberla encontrarlas en un poema. El contenido es el mismo (“la metáfora”) pero la manera de estudiarlo y comprobarlo puede ser muy diversa según el examen que se presente.
Finalmente, una vez hecho el examen y sabiendo ya la nota, es muy enriquecedor hacer un feedback del estudio que se ha hecho: ¿Tenía claro los contenidos que entraban en el examen? ¿He usado los materiales adecuados para preparar el examen? ¿Sabía de qué manera podían preguntar los contenidos? Estas preguntas pueden ayudar a los alumnos a tomar conciencia de su proceso de aprendizaje y así mejorar su autonomía hacia los estudios.
Esperamos que os funcionen y apliquéis estos consejos para conseguir mejorar vuestras notas y hábitos de estudio.
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¡Gracias, os esperamos en el siguiente post!
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