Bienvenidos de nuevo al blog de Academia QuoVadis, hoy hablaremos sobre el momento de decantarse por una carrera universitaria, los miedos e influencias que salen a la luz en este momento de la vida de un estudiante ¡Sigue leyendo! El momento de elegir una carrera universitaria se presenta para los y las jóvenes como un dilema en el que actúan influencias, dudas, tensiones y miedos. La elección determina, en gran medida, a qué dedicarán su vida en el futuro y la posibilidad de entrar con mayor o menor fortuna en el mercado laboral, una vez completada la formación académica.
Sin duda, equivocarse en la elección puede originar un elevado coste en tiempo y dinero, por no mencionar los posibles efectos psicológicos que pueden repercutir en su autoestima: un sentimiento de fracaso y una sensación de haber defraudado las expectativas que ha puesto en ellos su entorno familiar. La deliberación requiere la reflexión a partir del análisis previo de algunas informaciones que resultan imprescindibles para tomar la decisión más correcta.
Es inevitable preguntarse qué tipo de influencias actúan a la hora de decidir. En este punto entran en juego las características personales de los y las estudiantes, sus motivaciones y actitudes, el posible influjo del entorno familiar –donde cobran especial relevancia las expectativas y los consejos de los padres–, la situación económica, el asesoramiento de profesores y orientadores o las decisiones de los amigos, sin olvidar las salidas profesionales y las influencias decisivas del contexto sociocultural, que suele marcar determinadas tendencias y modas.
Evidentemente, la elección lleva implícitas sus metas y motivaciones personales. El grado de aspiración de un individuo, la meta que espera alcanzar, está determinada por diversos factores socioculturales, las características personales y las experiencias previas. Otras metas están relacionadas con el interés por la obtención de recompensas, económicas o personales. Por eso cualquier estudiante, a la hora de elegir una carrera, se enfrenta a un conjunto diverso de metas que intentará conseguir con la elección.
El sistema de valores donde cada uno se mueve también tiene su peso; qué piensan los demás, qué esperan los demás de nosotros. La presión que ejercen los padres de manera consciente o inconsciente es muy importante, como aquellos padres que desde pequeños dicen a los niños/as qué carrera les conviene estudiar, con frecuencia para superar sus propias frustraciones. Cada familia tendrá una forma de pensar, sentir, actuar. Existe un acuerdo tácito, que es casi un sentimiento. Así, el hijo o hija de un abogado o ingeniero o médico, se sentirá, casi sin saberlo, ante la obligación de seguir una carrera universitaria. Cada uno recibe presiones, que vienen y van en diferentes direcciones. Por otro lado, el nivel de estudios de los padres, sus expectativas y sus temores hacia cada hijo o hija en particular, y el contexto socioeconómico, influyen ampliamente en el proyecto vocacional y en los pasos a seguir ha terminado la formación secundaria.
Las influencias son inevitables en todo contacto social, sin que esto sea algo negativo en sí mismo. Sus efectos también son necesarios para desarrollar intereses y aptitudes. El problema se presenta cuando la persona convierte las influencias en mandamiento; porque aparecen como único camino para satisfacer los deseos y ser parte de la familia, para sentirse identificado con los padres o, incluso, para cambiar la historia familiar. La influencia se despliega por vías inconscientes; no es lo que los padres obligan a hacer a sus hijos o hijas, sino lo que ellos se imaginan que gustaría a sus padres que hicieran. Pero, a veces, esta influencia ineludible puede convertirse en un arma de doble filo. Por un lado, motiva y canaliza expectativas propias y ajenas, pero, por otro, también puede obstaculizar el desarrollo posterior.
Después de todo, es importante tomar conciencia de que la elección de la carrera no siempre llega a ser el resultado de decisiones individuales que son producto de intereses e informaciones personales; la elección es el resultado de una determinada forma de pensar que se adquiere socialmente, donde interviene una influencia colectiva relacionada con el prestigio social que se deposita en las profesiones. Y de momento, este prestigio tiene un fuerte peso en relación con la utilidad económica, más que social.
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Mar
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